Qué tal amigos de Cámara Rodante les comparto la crónica que me toca hacer sobre la visita al Puente de Arcediano. Empiezo por poner la bicicleta a punto y no tener contratiempos ni sorpresas posteriormente me puse de acuerdo con mi sr. Padre o sea "Panchito" para vernos en el punto de reunión acordado por CR.
Pero a la vez con Juan Humberto me invita para irnos rodando desde la casa lo cual me pareció una buena idea y nos pusimos de acuerdo lugar Gigantes y San Francisco hora 6:30 partimos hacia periférico y malecón llegando a las 7:00 encontramos que estaban varios compañeros. Partiendo de hay al estacionamiento donde se quedarían los coches.
Ya el grupo listo para comenzar el recorrido se dieron indicaciones previas que todos con casco y guantes como se pide en cada rodada. Y lo más increíble que un compañero no traía su casco por lo cual con todo y pena no le permitieron rodar.
Después de eso comenzó la travesía y la aventura que nos esperaba. Cabe mencionar el gran apoyo de 2 patrullas de guarda bosques que fue muy importante para los compañeros que ya cansados no pudieron con el regreso que por cierto una bajada muy pronunciada pasando por las pilitas, la hidroeléctrica en abandono al igual que el campamento de los trabajadores.
Y terminado en el histórico Puente de Arcediano ya con su restaurada y su toque de modernidad. Ya estando hay se inicia la toma de foto para el recuerdo con muy buenos amigos.
Ya en el regreso con una subida muy demandante teniendo quedar el extra por que lo exigía la subida y encontrando varios compañeros caminado con su bici por un lado o de plano parados recuperándose de lo cansado al grado que unos sentía que se desmayaban por lo cual la barredora tuvo mucho trabajo.
Ya estando en la última caseta de vigilancia parecía que la travecia ya estaba por terminar y con el agua que se terminaba pero con la determinación para completar el recorrido de 42 kilómetros. Con el esfuerzo hecho en la trepada sabia que llegaría la recompensa.
Una corona bien fría con una buena botana para reponer las energías. Para terminar mi crónica a veces no hay palabras para describir el gusto y la emoción de andar en bici. Solo los que andamos en esto saben de que habló. Gracias Camara Rodante por cada domingo.
Juan Escobar
Cámara Rodante
No hay comentarios:
Publicar un comentario