COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

lunes, 21 de septiembre de 2015

LA BICICLETA DE JUAN JOSÉ ARREOLA... A 97 AÑOS DE SU NATALICIO. HOY SERÁ INMORTAL EN LA ROTONDA DE LOS JALISCIENSES ILUSTRES.


Hoy se le recuerda al escritor a Juan José Arreola, por su 97 aniversario de su natalicio. Sus restos mortales son trasladados este lunes 21 de septiembre a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.


Arreola, era una amante de la bicicleta, disfrutaba de paseos en ella, tanto en su tierra natal, como en la ciudad de Guadalajara, en el DF, incluso en Francia, donde radicó un tiempo.

En la ciudad de México llegó a promover el uso de la misma como medio de transporte alternativo, así refiere una publicación de Edmundo Domínguez Aragonés para diario El Sol de México

 "Juan José nació en Ciudad Guzmán, Jalisco, y, como todo jalisciense se movilizaba en bicicleta, hasta que partió a París, Francia, para aprender mímica con Marcel Marceau, el más célebre mimo de aquellos años y ya no anduvo en bicicleta y, además, cruzar la calle a pie le causaba angustia. Sin embargo superó su problema y, un día se decidió a promover el uso de la bicicleta como medio de transporte en la agobiada vialidad de la Ciudad de México y organizó recorridos de ida y vuelta en las calles de la avenida Nuevo León, y decenas le siguieron.



Y de la bicicleta se expresaba así a Fernando del Paso, dentro del libro Memoria y olvido. Vida de Juan José Arreola (1920-1947).

: “Me encantaba la bicicleta, y en ella sí que hacía verdaderas acrobacias. Me paraba en el asiento en plena marcha y hacía el Cristo. O manejaba la bicicleta solo con los pies, y en calles empedradas... "

 “Recuerdo que en Guadalajara, me iba yo desde la catedral hasta el panteón de Mezquitan, - unas 10 o 15 cuadras - con el compromiso de no tocar una sola vez el manubrio de la bicicleta. Lo hacía con las manos a la cintura o en las bolsas del pantalón. Si me caía o me veía obligado a tocar el manubrio, regresaba a la catedral y comenzaba de nuevo”

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